Río de Janeiro, Brasil.- El taekwondo venezolano estuvo a sólo segundos de poder alzar los brazos en señal de victoria y de guindarse una medalla de bronce en Río 2016, sin embargo, el protagonista de ése agónico momento, Edgar Contreras, tiene la mira puesta en lo que se viene: Tokio 2020.

En frío, el criollo de 24 años agradeció a las personas que lo apoyaron y felicitaron a través de las redes sociales y por la TV y, como es evidente, hizo un análisis de sus tres episodios que marcaron su debut con diploma olímpico.

“Ante el ruso, no me pegó tanto la presión del escenario porque mi entrenador (Luís Noguera) ya me había dicho cómo era todo. Creo que no me salieron las cosas. Estudié mucho a Denisenko, pero nunca lo encontré”, adujo el venezolano sobre su revés 12-2 ante el a la postre subcampeón en Río, máximo ganador de los Grand Prix y subcampeón mundial. Un rival nada fácil.

“Es irónico, pero luego nos tocó ligar para que el ruso llegara a la final y así fue que pude pelear con Tazegul otra vez”, cuenta Edgar. Y explica que “salí a ése combate con mayor disposición. Creo que ésa victoria me dio un hándicap importante en el circuito mundial. No cualquiera le gana a una leyenda como él, y yo estuve cerca de hacerlo en Croacia, pero no pude. Así que esta victoria fue una alegría importante. Me sentí muy satisfecho por mí, y por mi país”.

Edgar derrotó en Río a Tazegul en punto de oro luego de empatarle en los últimos segundos con una patada al rostro (bandal chagui). Este turco es seis veces campeón de Europa, doble campeón mundial y medallista olímpico en Beijing (bronce) y Londres (-68kg), por lo que el resultado le dio el derecho al criollo de pelear el bronce ante otro doble campeón del mundo, y también monarca olímpico como lo es el español Joel González.

“La noche después de la competencia, pensé mucho en ésa pelea con Joel. La estrategia estuvo bien, pero al final ésa patada a la cara fue un error mío. Después lo busqué, lo busqué y lo busqué, pero no se me dio. Sin embargo, Joel le ha ganado a Tazegul por diferencia de puntos, y a mí me ganó 4-3. Le di pelea”, recuerda.

El nativo de Cabudare explicó que “pararse ahí y pelear con un europeo, con este sistema de taekwondo, es muy difícil. Ellos lo dominan más que nosotros en América. Ellos pelean en abiertos mundiales cada fin de semana. Pero nosotros no. Nuestra Federación hace un esfuerzo enorme, pero necesitamos más apoyo de los sectores público y privado. Ellos viajan a todos lados, conocen y manejan mejor que nosotros este tipo de escenarios grandes y tienen más roce internacional. Al final, éstas cosas también afectan, como el tema del ranking por la falta de competencias”.

“Sé que estuve cerquita de tener esa medalla. Casi, casi que lo logramos. Pero no voy a desmayar. Voy a darle con todo porque quiero estar entre los mejores del mundo”, dijo. Y agregó: “Estoy triste porque trabajamos duro por ésa medalla durante meses, pero a la vez siento que hicimos un buen trabajo ante rivales de gran nivel. Hemos sido pocos los latinos destacados hasta ahora en estas olimpiadas”.

El competidor de 24 años, puesto 55 del ranking olímpico -68kg,  es el tercer taekwondista venezolano que regresa de unos JJOO con un diploma. Antes lo hicieron Adriana Carmona en Sydney 2000 y Dalia Contreras en su debut olímpico, en Atenas 2004.

Fue el único criollo presente en Río, olimpiadas a las que clasificó como campeón del Preolímpico de América.

Por: Andrés Henríquez

Fotos: Agencias