La primera incursión criolla federada en una competencia orbital enalteció al país con tres cuartos lugares.

Puerto La Cruz, Anzoátegui.- El taekwondo venezolano fue la «Revelación» del Campeonato Mundial celebrado en Seúl, Corea del Sur, en el año 1989, siendo éste el debut como deporte federado de Venezuela en la magna justa orbital organizada por la World Taekwondo Federation.

Tras un difícil chequeo selectivo celebrado a mediados del mes de septiembre de aquel año en el Gimnasio «Gastón Portillo» de Caracas, Arlindo Gouveia (0.50kg), Carlos Rivas (-54kg), Leonardo Cipriani (-58kg), Gerardo González (-64kg), Juan Álvarez (-70kg), Wilfredo Liberto (-76kg), George Kahakajián (-83kg) y José Salas (+83kg) se ganaron el derecho de asumir, bajo la batuta técnica del para entonces entrenador Hung Ki Kim y bajo la gestión del maestro Chong Koo Lee como presidente de la Fevetaekwondo, una cita con la historia ante los 56 países que le dieron vida a la novena edición de los Campeonatos Mundiales WTF, la cuarta para el momento que se realizaba en la tierra madre de éste arte marcial.

VIGOR Y PODER VENEZOLANO EN COREA

El equipo criollo de siete atletas deslumbró para la época con tres cuartos lugares (sólo se premiaba oro, plata y un bronce) ante los casi 60 países de los cinco continentes en escena, en un torneo donde hicieron gala varios de los mejores competidores coreanos de todos los tiempos – en un escenario marcado por la recién celebración de los Juegos Olímpicos Seúl 1988 -,  lo que valió el reconocimiento orbital por parte de la WTF para Venezuela como «La Revelación del Campeonato».

Arlindo Gouveia, quien a la postre se convertiría en el primer suramericano campeón olímpico en taekwondo (Barcelona 1992), se agigantó en el Gimnasio «Chamsil» de Corea con tan sólo 19 años de edad tras imponerse de forma contundente a lo largo de cuatro combates frente a rivales de Grecia, Filipinas, Italia y Holanda. Sólo sufrió un revés, y fue nada más y nada menos que ante una leyenda del taekwondo, el surcoreano Kwon Tae Ho, campeón olímpico y mundial, a quien derribó en tres ocasiones sobre el área de combate y obligó a recibir conteo de protección, pero al que los jueces favorecieron ganándose, según reseñó el periodista Olvin Villarroel de El Nacional «una soberbia pita del público».

«El primer día me  sentí muy nervioso pero luego me adapté y salí adelante; cuando me enfrenté al coreano, campeón olímpico y mundial, estaba seguro de haberle ganado, pero por mala suerte recordé que estaba en su patio, en Corea. Eran tiempos muy difíciles», recordó Gouveia, quien comparte una buena amistad hoy día de Tae Ho.

Carlos Rivas, era el venezolano de mayor pedigrí de los siete en escena en Seúl. A sus 21 años, ya había saboreado la gloria continental en Guayaquil, Indianápolis y Lima de forma consecutiva en los -54kg en 1986, 1987 y 1988, respectivamente, y en Corea logró un cuarto lugar digno que le sirvió de impulso para seguir batiendo récords a lo largo del mundo.

Rivas pasó «bye» en la primera ronda para llegar enérgico a derrotar a sus pares de Filipinas, Jordania y Francia. Su peregrinaje fue obstaculizado por otra leyenda en la historia del taekwondo, el surcoreano Kim Tae Kwon, campeón olímpico y mundial en ejercicio, y quien dominó al criollo en un duelo cerrado, parejo, de mucha agudeza táctica, fuerza, agresividad y velocidad.

«Creo que el frío y las once horas de diferencia respecto a Venezuela fueron factores determinantes, sin embargo, nos repusimos a las adversidades y salimos adelante. Ha sido un logro importante», dijo Carlos a la prensa nacional en aquella ocasión.

«El Gigante» George Kahakajian empleó a fondo en Seúl su puño de hierro para ocupar la cuarta plata de la división de semi pesados, tras vencer a rivales de Grecia, Singapur y Filipinas, cediendo por el puesto a medallas ante Holanda.

TODOS CUMPLIERON

Gerardo González, gloria panamericana de la especialidad, triunfó en su debut ante Holanda posteriormente cedió ante Dinamarca, al tiempo que Cipriani, de 19 años de edad, venció a un australiano, a un francés, a un griego y perdió ante un marroquí por decisión de los jueces.

Por su parte, Juan Álvarez, el venezolano más joven en intervenir en un mundial (16 años), pasó «bye» en su primer careo y no pudo con un oponente francés.

Wilfredo Liberto, por su parte, hizo muy buenos combates ante Suecia y Holanda justo antes de ceder por 0-1 ante Irán.

«Es la primera vez que participamos en un mundial como deporte federado y cumplimos. El equipo hizo un trabajo excepcional en cancha, enfrentamos a los mejores del mundo y por eso la Federación Mundial nos premió como el equipo revelación. Además de esto, nos ubicamos en la décima posición en la tabla general, sin tener equipo femenino, superando inclusive a otras naciones de mayor experiencia en taekwondo que nosotros en éste tipo de eventos de alta envergadura», señaló en parte de su análisis de aquella actuación el maestro Hung Ki Kim.

Si bien el estreno oficial de Venezuela en los mundiales fue en 1989, desde la tercera edición de los campeonatos del mundo y previo a la fundación de la Federación Venezolana de Taekwondo ha habido presencia criolla, habiendo participado en las citas de Chicago 1977 y Guayaquil 1982, además de la incursión del venezolano Armando Chavero en la justa de Seúl 1973, en representación de Alemania del Este, quien se colgaría la medalla de plata en los -64kg.

Por: Andrés Henríquez

Deja tu Comentarios